Alessandro Poma (1874 - 1960)

La exposición recoge 62 obras en su mayoría expuestas por primera vez y quiere hacerse eco de los temas artísticos preferidos por el autor, con un itinerario expositivo dividido en las secciones: Retratos, Roma y campo, Villa Borghese, Plano de Sorrento, Árboles y montañas y, por último, Mariposas.
El recorrido de la muestra Alessandro Poma (1874-1960). El pintor de Villa Borghese recalca la división temática del catálogo homónimo (Gangemi Editor) -con todas las obras expuestas en el Museo Carlo Bilotti-, aunque se aleja ligeramente de él cuando subdivide las pinturas en las siguientes secciones: Villa Borghese, Roma y campo romano, Plano de Sorrento, Árboles y Montañas, Retratos, Caballos, mariposas y cisnes.
En esta exposición, los «caballos» se han incluido en la sección «Roma y el campo romano», mientras que los «cisnes» forman parte de la sección «Villa Borghese».
Por afinidad con la sede que alberga la muestra -el Museo Carlo Bilotti- se destaca el valor de las 15 vistas inspiradas en Villa Borghese, todas ellas inéditas, para ofrecer a los visitantes un testimonio histórico y artístico único de lugares muy queridos por los romanos.
En su presentación, Maurizio Calvesi afirma que «la pintura de Alessandro Poma, comedida pero dinámica en cuanto a composición, sensible y emotiva en el trazo, vibrante en el uso del color, unas veces sobrio y otras, rico, posee momentos de extraordinaria intensidad que hacen de Poma un válido representante de la pintura italiana antes de la aventura futurista, siempre en sintonía inspirativa con su vecino Giacomo Balla en cuanto a su refinamiento en la visión y en el sugerente uso postimpresionista de la luz».
Alessandro Poma, nacido en Biella en 1874, completó los estudios clásicos y se inscribió en la Facultad de Derecho de Turín antes de dar rienda suelta a su vocación de artista en el entorno piamontés dominado por figuras sobresalientes como Fontanesi, Delleani, Avondo o Reycend. Se mudó joven a Roma, a la privilegiada residencia de la Casina de Rafael de Villa Borghese.
A partir de 1901 formó parte del entorno de Giulio Aristide Sartorio y tuvo frecuentes contactos con los «XXV della Campagna Romana» (el grupo de artistas nacido en 1904 con la intención de renovar la tradición pictórica en la plasmación “desde la realidad” de lugares cercanos a Roma, cuya actividad se prolongó hasta 1930). Pintó principalmente paisajes, buena parte de ellos inspirados en la Villa Borghese, pero también trató otros temas, desde la figura y el retrato a escenas de animales, en particular, con cisnes, mariposas o animales en los pastos.
Expuso en Roma, Turín, Milán y Venecia, pero abandonó el ambiente de las exposiciones en 1910, para continuar trabajando en soledad, convencido de que el único camino para expresar su talento (de cuyo valor era profundamente consciente) era alejarse de los circuitos artísticos de la época. Se encerró en un aislamiento prácticamente total hasta su muerte (1960, Courmayeur).